Hallado cómo atenuar la caída del pelo por la quimioterapia en el cáncer de mama

Por Administrador SESPM

Fuente: abc.es

Dos estudios demuestran que el uso de dispositivos de enfriamiento capilar permite que al menos el 51% de las pacientes mantenga más de la mitad de su pelo tras la quimioterapia.
Cada año se diagnostican en nuestro país más de 25.000 nuevos casos de cáncer de mama, el tipo de tumor más frecuente entre la población femenina española. De hecho, se estima que una de cada ocho españolas desarrollará un cáncer de mama a lo largo de su vida. De ahí la importancia, vital, de invertir en la investigación de esta enfermedad, que ha posibilitado que la supervivencia libre de recaídas a los cinco años del diagnóstico supere hoy en día el 90%. Y es que cada vez contamos con terapias más eficaces frente al tumor. Unos tratamientos que, caso especialmente de la quimioterapia, no están exentos de efectos secundarios. Es el caso, entre otros y dada la agresividad de los fármacos, de la pérdida del pelo. Pero como muestran dos estudios publicados en la revista «JAMA», esta alopecia que tan fuerte impacto causa en la autoestima de los pacientes podría reducirse, y mucho, con el uso de dispositivos para ‘enfriar’ el cuero cabelludo durante la quimioterapia.
Concretamente, los dispositivos evaluados en ambos estudios reducen el flujo sanguíneo en los folículos pilosos, lo que minimiza la cantidad de fármacos quimioterápicos que acaban llegando a los folículos. Así, el objetivo es utilizar el dispositivo o ‘gorro’ mientras se administra el tratamiento para reducir, en la medida de lo posible, la afectación de los folículos y la consecuente pérdida de pelo, calificada por las propias pacientes como uno de los efectos adversos más ‘angustiosos’ de la quimioterapia. Y según las nuevas evidencias, parece que funciona.
Conservar el pelo
En el primero de los estudios, investigadores de la Facultad de Medicina Baylor en Houston (EE.UU.) contaron con la participación de 182 mujeres diagnosticadas de cáncer de mama que, en función de un criterio aleatorio, fueron seleccionadas para llevar un ‘gorro’ para enfriar o ‘refrigerar’ su cuero cabelludo –119 pacientes– o un gorro que, aun similar, no producía ningún efecto –62 pacientes que conformaron el consabido ‘grupo control’– mientras recibían quimioterapia. Concretamente, las participantes portaron sus ‘gorros, ya fueran ‘activos’ o ‘placebos’, desde 30 minutos antes de someterse a la quimioterapia de infusión y hasta 90 minutos después de concluido el tratamiento.

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