Metástasis de cáncer de mama ya no es sinónimo de muerte prematura

Por Administrador SESPM

Fuente: actasanitaria.com

La farmacéutica Pfizer ha reunido a un nutrido grupo de informadores de la salud para transmitir a la sociedad española que tener metástasis de cáncer de mama ya no es sinónimo de muerte prematura, salvo en una minoría de casos (20 por ciento).
Este argumento fue compartido por los asistentes al curso titulado ‘Cáncer de Mama Metastásico, una historia contada a medias’. Durante el mismo, la directora de Corporate Affairs Health and Value de Pfizer en España, Concha Serrano, destacó la importancia de seguir curando y tratando este tipo de tumores, según su tipología, además de lograr el máximo grado de bienestar y calidad de vida para las pacientes.
El jefe de servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Gregorio Marañón (Madrid), responsabilizó un poco a todos, oncólogos por delante, de que el cáncer de mama sólo sea conocido en su estado primario, quedando relegados en el conocimiento colectivo sus estados avanzados y metastásicos.
Es entonces, según explicó, cuando la enfermedad evoluciona a carcinoma peligroso, momento en el que el tejido tumoral es más invasivo. Dichos cambios oncogenéticos suelen gestarse de forma dilatada en el tiempo (siete años), con extensión del tumor en primer lugar a la esponja linfática. Esta estructura mamaria está dotada con conductos y glándulas destinados a la lactancia, además de grasa.
La mama, órgano dinámico
Martín añadió que la mama es un órgano dinámico que, por ejemplo, crece y decrece mensualmente durante cada mes de la vida fértil de la mujer. En ese contexto, el crecimiento tumoral se focaliza de forma primaria en los tejidos locales: mama, piel y pared torácica.
En segundo lugar, el cáncer invasivo crece hacia el sistema linfático, que es un sistema de drenaje al servicio del sistema inmune. Ese crecimiento se produce hacia los ganglios de la axila, mediastínicos o supraclaviculares. Finalmente, el tumor puede utilizar el torrente sanguíneo para viajar a los órganos corporales más dispares.
Metástasis, dura palabra
Para disipar una confusión conceptual bastante frecuente en relación con la palabra “metástasis”, el doctor Martín partió del correo electrónico de una paciente. Utilizándolo como ejemplo, aclaró que metástasis existe cuando no hay continuidad física entre el tumor original y los nuevos focos de la patología avanzada. Por eso, la extensión a ganglios de drenaje del cáncer sí debe ser considerada metástasis, en palabras del oncólogo.
En cuanto a la recurrencia, o recidiva, Martín dijo que es cuando el cáncer reaparece en el lecho de la mastectomía (extirpación) o en la mama conservada. La recurrencia regional acaece, por su lado, en los ganglios de drenaje.
Por último, la recurrencia distante, es aquella que surge en los órganos distantes. En este caso, las metástasis más frecuentes son las que aparecen en pulmón, pleura, hígado y hueso, acaparando el 80 por ciento de los casos, aunque la metástasis de cáncer de mama puede aparecer en cualquier parte del cuerpo.
Esperanzas, cambio de siglo
El también presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), evocó los estudios ‘Alamo I y II’, que recogieron datos entre 1994 y 2001, en los que la supervivencia a dos años era el máximo logro en recurrencia distante. En cuanto a las recaídas regionales, la mediana de supervivencia entonces podía llegar hasta los cuatro años. En el primer caso, la estrategia era parcial, mientras que en los casos regionales, el objetivo era curativo, mediante la resección, la radiología y el resto de tratamientos. No obstante, Martín especificó que la letalidad de las metástasis no es inmediata, ya que muchas veces tardan mucho tiempo en liberar la sustancia más dañina y se puede vivir mucho tiempo con ellas.
En su retrospección, el oncólogo jefe afirmó que, hasta los últimos 15 años, había muy pocas opciones de curación para el cáncer de mama metastásico y diseminado, siendo el objetivo inmediato ampliar la supervivencia. Realidad que no impedía a algunas mujeres llegar a vivir hasta 20 años con su cáncer de mama avanzado.
Distinta tipología
El doctor Martín actualizó la clasificación de tumores de mama, a partir de los cuatro tipos establecidos por el doctor Charles Perou, en el último cambio de siglo. A continuación, el oncólogo precisó los tres tipos considerados hoy en día. En esa terna, el Triple Negativo (15 por ciento) resulta muy agresivo y proliferativo. Desgraciadamente, según el ponente, se trata de un tipo de cáncer sin dianas terapéuticas, con carácter hereditario y ante el que sólo cabe utilizar quimioterapia.
No obstante, Martín estima que se está frenando el número de recaídas, pero cuando las metástasis recidivan, no es fácil esperar supervivencias superiores al año. Para estos tumores se aplican las terapias antiangiogénicas, es decir, destinadas a destruir o impedir el desarrollo de los vasos sanguíneos que permiten el crecimiento del tumor, tal como precisó el doctor Martín.
Tumores hormonodependientes y HER-2
En segundo lugar, el ponente asignó al cáncer hormonodependiente, o ER positivo, un 67 por ciento de los casos. Como descripción, detalló que expresa HER-2 y ofrece diferentes pronósticos. En estas pacientes se utiliza terapia hormonal y se trabaja para retrasar el uso de la quimioterapia. Actualmente, se logran medianas de supervivencias superiores a los cuatro años, según se recoge en cinco estudios recientes, comentados por este profesional.
Finalmente, el tipo de cáncer de mama HER2-Positivo, que supone el 18 por ciento de los casos, pasó de ser una sentencia casi segura de muerte para la paciente, a ofrecer el mayor número de posibilidades terapéuticas, gracias al avance en la biología molecular, en palabras del oncólogo. Según aseveró, con la aparición del anticuerpo monoclonal Trastuzumab se salvan millones de años de vida a multitud de pacientes. Un beneficio terapéutico que se ha agrandado con la aparición de Pertuzumab.
Concluyó el doctor Martín su exposición con la afirmación de que las pacientes de cáncer de mama deben participar en ensayos clínicos porque, aunque no obtengan beneficios clínicos directos, su generosidad es imprescindible para el futuro del resto de las mujeres.
Mejores tasas de supervivencia
Amplió la presentación del presidente de la SEOM, la jefa de servicio de Hematología y Oncología del Hospital Clínico Universitario de Valencia, doctora Ana Lluch. Abrió su charla fijando la incidencia de la patología en 27.000 nuevos casos anuales en España, sobre un total de 300.000 en toda Europa. Sin embargo, a pesar de que este tipo de cáncer afecta a una de cada ocho mujeres, la mortalidad retrocede en los últimos años, tanto en los tumores primarios como en aquellos con metástasis, según Lluch. A ello ha contribuido el screening, según la especialista, una mejora que se ha completado con los tratamientos sistémicos (hormonoterapia y quimioterapia) y los avances de la radiología y la cirugía.
Cambio de enfoque
Para reforzar todo lo anterior, la oncóloga describió el cambio aplicado al planteamiento clásico, que consistía en la mayor combinación posible de distintos fármacos y el incremento de las dosis de quimioterapia. Cambiar esta sobreterapia fue posible, según la terapia, con el conocimiento intrínseco de la célula tumoral a través de la biología molecular.
Si antes el patólogo sólo tenía el microscopio y las tinciones, hoy las tecnologías de imagen y los análisis de laboratorio son mucho más avanzados y permiten personalizar las terapias. Una vía de abordaje que la industria farmacéutica potencia con una mayor especialización hacia las dianas terapéuticas, afirmó la Lluch. Por ello, las herramientas moleculares y genómicas permiten hablar de terapias individualizadas, tal como afirmó la también vocal del Grupo Español de Cáncer de Mama (GEICAM).
Para esta profesional, el éxito de las terapias dirigidas y biológicas se explica por el hecho de que el mercado no ha recibido ningún nuevo fármaco citotóxico (quimioterápico) en los últimos 15 años. Pese a ello, la oncóloga se refirió al caso de la artista Bimba Bosé, fallecida recientemente a la edad de 41 años por cáncer de mama, como a un ejemplo de patología molecularmente muy agresivo y resistente a las terapias. En ese caso, quedaría dentro del 20 por ciento de pacientes que desgraciadamente tiene mal pronóstico. Esto se debe a que, entre el tres y el cinco por ciento de las mujeres que presentan diagnóstico de cáncer de mama metastásico, experimentan recaídas. Para ellas, los esfuerzos se destinan a un tratamiento de soporte que evite la proliferación y mejore la supervivencia, como afirmó Lluch.
Avances en hormonoterapia
En los tumores ER+ la doctora escaló la lucha contra la resistencia hormonal deste la aparición de Everolimus hasta la de los inhibidores de las ciclinas, que intervienen en el ciclo celular. Entre estos nuevos fármacos, Lluch citó Palvociclib, Abemaciclib y Ribociclib, que permiten, o permitirán próximamente y en sistintas combinaciones, tener a pacientes con hasta dos años sin progresión de la enfermedad. Estos avances terapéuticos fueron publicados durante la última edición de ASCO.
Finalmente, Lluch afirmó que el nivel de Oncología es muy alto en España, aunque hay que seguir reivindicando unidades de investigación, clínica y farmacologica, en todos los hospitales del país. Para ello, añadió que todos los oncólogos deberían ser fomados en investigación oncológica.
No perder la batalla
La paciente Nelly Pérez sirvió de ejemplo a todas las mujeres, afectadas o no de cáncer de mama, por su coraje y optimismo vital. Diagnosticada a poco de superar la treintena de edad, tuvo que insistir mucho a médicos generalistas y especialistas para lograr que le hicieran su primera mamografía, al grito de, “si duele, es porque tengo algo”. Afectada por un tipo de cáncer HER-2 positivo, hormonodependiente e infiltrante, se asustó especialmente al serle detectada una metástasis a los ocho meses del primer tratamiento. Superada esa dura prueba, Nelly afrontó con mucho mejor ánimo su segunda metástasis, detectada a los dos años y medio. Al haber tenido una mastectomía doble, intentó en varias ocasiones la recosntrucción mamaria, sin éxito.
Entre todos sus argumentos positivos, la paciente rechazó la frase hecha tantas veces reproducida en los medios de comunicación, según la cual, tal o cual famoso perdió la batalla contra el cáncer. Muy al contrario, Nelly aseguró que “esa guerra se pierde cuando el cáncer, que significa cangrejo, te quita las ilusiones, sueños, afectos y ganas de vivir”. Afortunadamente para todos, eso no le ocurrió a ella.

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