Cáncer de mama: descubren una firma metabólica que podría abrir nuevas vías a posibles terapias

Por Administrador SESPM

Cáncer de mama: descubren una firma metabólica que podría abrir nuevas vías a posibles terapias

Fuente: www.consalud.es

A pesar de los avances en la detección y el tratamiento del cáncer, el cáncer de mama que reaparece o se extiende sigue siendo un reto para los investigadores y oncólogos. Las tasas de supervivencia a diez años de las pacientes caen del 93% al 27% cuando el cáncer reaparece y al 7% cuando el cáncer vuelve y se extiende a otras partes del cuerpo, según la Sociedad Americana del Cáncer.

Por eso, investigadores de la Universidad de Cincinnati y del Centro Médico del Hospital Infantil de Cincinnati, en Estados Unidos, están estudiando la biología de la recidiva del cáncer de mama y han identificado una firma metabólica que predice la recurrencia del cáncer de mama y la metástasis y abre camino a posibles terapias, según publican en la revista ‘PLOS ONE’.

La doctora Susan Waltz, de la UC y directora del estudio inició hace 15 años una colaboración con el laboratorio de la doctora Susanne Wells, del Cincinnati Children, ya que ambos grupos de investigación estaban estudiando diferentes oncogenes, o genes que ayudan a acelerar el crecimiento de las células cancerosas, llamados Ron y DEK.

“Demostramos que tanto Ron como DEK son muy importantes en el cáncer de mama y que tanto Ron como DEK se asocian de forma independiente con una mala supervivencia global en pacientes con cáncer de mama –destaca Waltz, profesor del Departamento de Biología del Cáncer de la Facultad de Medicina de la UC y miembro del Centro Oncológico de la Universidad de Cincinnati–. Sabemos que los genes Ron y DEK son muy importantes para predecir la recidiva del cáncer de mama, pero todavía no hay grandes fármacos que puedan dirigirse al menos a DEK en este momento”.

La investigación se centró en el papel de la plasticidad metabólica, o cómo el metabolismo en el cuerpo está en constante cambio, que juega un papel importante en cómo el cáncer crece y se repite.

“Nuestro metabolismo cambia constantemente en función de cómo estamos diseñados genéticamente y también en función de lo que ingerimos y a lo que estamos expuestos –explica Wells, profesor del Departamento de Pediatría de la UC, director del Programa de Carcinogénesis Epitelial y Células Madre del Cincinnati Children’s y miembro del Centro del Cáncer–. Y a las células cancerosas les encanta un determinado metabolismo que se llama metabolismo del cáncer y que promueve la formación y la propagación del cáncer”.

El equipo de investigación descubrió que los genes Ron y DEK pueden regular ciertos metabolitossustancias fabricadas o utilizadas cuando el cuerpo descompone los alimentos, los fármacos o las sustancias químicas en el proceso de metabolización, para ayudar a las células cancerosas a crecer y propagarse.

“Así que nos pusimos a buscar cambios en los metabolitos, y luego tomamos esos cambios y volvimos a averiguar qué enzimas estaban implicadas en la regulación de esos metabolitos”, apunta Waltz.

Al estudiar las enzimas implicadas, el equipo identificó una firma metabólica que puede ayudar a predecir mejor los resultados de los pacientes. Además de ser un biomarcador útil, la propia firma metabólica podría ser un objetivo potencial para nuevas terapias.

“Podemos utilizar esas vías metabólicas para entender cómo podríamos tratar mejor a las pacientes con cáncer para que no sean más susceptibles a la recurrencia del cáncer de mama –continúa Waltz–. Podría ser la dieta, podría ser diferentes formas de tratar a los pacientes en comparación con los medicamentos tóxicos que damos a los pacientes ahora”.

Por ejemplo, si un nivel elevado de una determinada enzima predice mejores resultados, los suplementos nutricionales u otros tratamientos pueden ayudar a promover la actividad de esa enzima. Por otro lado, si los niveles elevados de un determinado metabolito predicen peores resultados, los tratamientos pueden reducir ese metabolito bloqueando la función de las enzimas pertinentes en esa vía.

“Regular los metabolitos es mucho más fácil que regular los genes — afirma Wells–. Ahora estamos abriendo realmente un camino mucho más amplio que el de dirigirnos a Ron y DEK. Esperemos que algún día podamos tratar estas peores características del cáncer dirigiéndonos al metabolismo del cáncer”, subraya.

Waltz señala que la investigación futura incluirá la búsqueda de cómo Ron y DEK afectan a otras moléculas como los lípidos, o ácidos grasos, que también desempeñan un papel en el metabolismo. Si se siguen definiendo firmas metabólicas más específicas que se alineen con los resultados de las pacientes con cáncer de mama, se podrán encontrar aún más vías para nuevos tratamientos.

Waltz y Wells afirman que la colaboración de sus laboratorios ha ido más allá de la investigación y ha incluido más debates de colaboración y formación de estudiantes y personal de laboratorio.

“Ha sido divertido para mi laboratorio porque creo que la investigación es mejor que no se haga en el vacío, y es realmente genial cuando tienes colaboradores que adoptan diferentes perspectivas sobre las cosas –comenta Waltz–. Ayuda a vigorizar un poco a los miembros del laboratorio porque saben que la ciencia no se hace en una burbuja. Y significa mucho, porque tomamos una idea que ambos teníamos y trabajamos juntos e hicimos que esa idea llegara a buen puerto”.

“Ha sido muy divertido escribir juntos, pensar juntos, pero también ha sido divertido reunir a los estudiantes y al personal –añade–. No es que sumemos la contribución de cada laboratorio y logremos un poco más, sino que es el efecto sinérgico de nuestras herramientas y conocimientos”.

Los investigadores también contaron con la ayuda del Núcleo de Metabolómica basado en RMN del Cincinnati Children’s, una instalación que ofrece tecnología de punta a los investigadores que realizan investigaciones relacionadas con el metabolismo.

“Esta instalación de metabolómica es realmente un gran puente para los diferentes grupos y laboratorios que realizan trabajos de metabolómica y se encuentran en el medio, tanto con el Cincinnati Children’s como con la UC, por lo que es muy importante”, resalta Wells.

Waltz y Wells destacan en particular el trabajo de Sara Vicente-Muñoz, coprimera autora del estudio e investigadora asociada del Cincinnati Children’s en el Núcleo de Metabolómica, en el progreso de la investigación.

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