Cáncer de mama: otro año de progresos, pero mucho aún en lo que avanzar

Por Administrador SESPM

Cáncer de mama: otro año de progresos, pero mucho aún en lo que avanzar

Fuente: www.consalud.es

La investigación en cáncer de mama sigue pisando el acelerador: en solo un año, cuatro fármacos han dado resultados “esperanzadores” y, solo en el Estado, se han autorizado 34 ensayos clínicos. Pero ni es el “cáncer bueno” ni tampoco es rosa, y aún le quedan muchos retos que superar.

Porque cada año siguen muriendo 6.000 mujeres del tumor más diagnosticado en el mundo y el segundo en nuestro país con casi 35.000 nuevos casos anuales -solo superado por el de colon y recto-, aunque es también, y con muchísima diferencia, el más prevalente, según “las cifras del cáncer en España 2022” elaboradas por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).

No obstante, “está habiendo una revolución” que hace 15 años era impensable y que ha abierto un horizonte “muy esperanzador”, incluso para las pacientes metastásicas, comenta Eva Carrasco, directora general y científica del Grupo GEICAM de Investigación en Cáncer de Mama.

Un gran avance se hace con avances pequeños

“Se ha avanzado y se avanza mucho; no son avances de 7 años de mejoría en supervivencia, eso no se va a dar, pero con los nuevos fármacos sí se están dando muchas cosas que no se habían visto. Al final, un avance grande es producido por muchos avances pequeños”, puntualiza la oncóloga, que añade: “lo que hace falta es que estén disponibles“.

Habla así de fármacos como sacituzumab govitecán, un medicamento para enfermedad metastásica -tanto para triple negativo, el más agresivo, como para tumores con receptor hormonal positivo-, autorizado en Europa a finales de 2021, pero que en España sigue en negociación. “Esperamos con muchas ganas -confía- que el Ministerio de Sanidad lo apruebe en breve”.

Se trata de uno de los cuatro medicamentos que han dado resultados “prometedores” este año, como también lo es pembrolizumab que, añadido a la quimioterapia de primera línea, ha demostrado una mejora de un 27 % de la supervivencia global de las pacientes con triple negativo avanzado, según un estudio liderado el International Breast Cancer Center (IBCC).

Elacestrant, un degradador selectivo del receptor de estrógeno (SERD), ya se está investigando para cáncer metastásico con receptores hormonales positivos, como también trastuzumab deruxtecan, sobre el que existen dos estudios, uno para HER2+ y otro HER2-low -pacientes sin una alta sobreexpresión de HER y que pueden ser tanto con receptores hormonales positivos como triples negativas-.

“Gracias a la investigación estamos llegando a tener fármacos muy buenos para la enfermedad metastásica que luego se trasladarán al entorno adyuvante, que es muy esperanzador. El único problema, insiste la doctora, es que tienen que estar disponibles en el mercado porque ellas no tienen tiempo”.

Hacia el diagnóstico molecular y el tratamiento personalizado

Desde el 1 de enero de 2013, el Registro Español de Estudios Clínicos (REEC) ha recopilado 8.233 estudios con medicamentos autorizados en el Estado, de los que una cuarta parte (2.204, el 26,77 %), están dedicados a la oncología, 364 de ellos al cáncer de mama.

Entre el Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama de 2021 y el que se conmemora este miércoles, la plataforma ha publicado 909 ensayos, casi un tercio (265, el 29,1 %) sobre investigaciones de distintos tipos de cáncer, de los que un 12 % (34) están centrados en el de mama.

Geicam, cuenta Carrasco, va a iniciar el estudio “Promise” para averiguar si la inmunoterapia sigue aportando algún beneficio a pacientes que ya la han recibido previamente y que “va a dar resultados muy interesantes porque hoy en día sabemos que la inmunoterapia en adyuvante en primera linea va a ser un estándar en breve en pacientes con PDL positivo, pero no sabemos si podemos seguir administrando inmunoterapia”.

Así, campos de investigación “hay a mogollón”, pero lo importante ahora es el diagnóstico molecular y tratar de personalizar cada vez más los tratamientos.

La probabilidad de recurrencia, el gran reto

El “gran problema” sigue siendo la probabilidad de recurrencia, de entre un 20 % y un 30 %. “Es el miedo que llevas detrás de ti y lo que realmente hace que no podamos hablar de superarlo, porque nadie te puede decir que no estés en ese 30 % ni cuándo”, dice Ana Casas, directora de la Fundación Actitud contra el Cáncer.

Casas, que también es miembro honorífico de la Junta Directiva del Grupo Solti, habla desde una doble perspectiva de oncóloga y paciente, dos caras que inevitablemente acaban interfiriendo entre sí.

Como lo primero, “te haces más sensible, entiendes mucho mejor detalles que antes te pasaban no desapercibidos, sino que no le dabas importancia”, y que están relacionados con la calidad de vida y que el profesional debería percibir “cómo los vive la paciente, y para eso hay que preguntar, interesarse, estar próximo y atento”, remacha.

Y, como lo segundo, “te cambia la perspectiva y disfrutas más el presente“. “Simplemente tienes que asumir lo inevitable, llevarlo lo mejor posible y vivir el momento, proyectando en la vida en función de tus capacidades y de las secuelas que puede haber quedado del tumor o de los tratamientos e ir afrontando poco a poco. Lo demás son cuentos de hadas”.

La investigación no tiene límite

“El cáncer de mama no es rosa”, zanja la directora general de Asociaciones de Pacientes del Colegio de Médicos de Sevilla, y no lo es porque la situación de ese 30 % de pacientes que han recurrido “a veces es muy mala y normalmente no se sale”. “El rosa ha servido para dar visibilidad al cáncer de mama, pero no es rosa, ni muchísimo menos, porque se pasa muy mal“.

De modo que el principal desafío es evitar las recaídas o, al menos, detectarlas lo antes posible, y en eso la ciencia también ha avanzado: “ahora hay medios radiológicos y analíticos que detectan recurrencias que antes era imposible, y tenemos además la posibilidad de hacer estudios genómicos y la biopsia líquida”.

Solti ha cerrado ya el reclutamiento de pacientes metastásicas -604 en total- para su estudio “Hope”, una “oportunidad” para tratar de detectar mutaciones especificas a partir de una secuenciación genómica en la biopsia y a través de una biopsia líquida para aplicar un tratamiento diana concreto.

“Estamos en un momento en el que se hace mucha más investigación y además la velocidad a la que está adquiriendo el conocimiento se ha multiplicado. Pero hay que seguir investigando mucho. La investigación -concluye- no tiene límite”.

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