El 32% de las pacientes con cáncer de mama que sufre una recaída con metástasis avanza a otro subtipo de tumor

Por Administrador SESPM

Fuente: www.teleprensa.com

El 32 por ciento de las pacientes con cáncer de mama que sufre una recaída con metástasis presenta un subtipo tumoral diferente del tumor primario, lo que tiene implicaciones en la planificación del tratamiento, según se desprende del primer registro prospectivo con datos de la vida real de pacientes con cáncer de mama avanzado en España a gran escala, ‘RegistEM’, impulsado por el Grupo GEICAM de Investigación en Cáncer de Mama.

En el trabajo participan 38 hospitales españoles que aportan datos de casi 2.000 pacientes, y hay representación de pacientes con todos los subtipos de cáncer de mama y que han sido diagnosticados de enfermedad avanzada durante los años 2016 y 2019, a los que se hará un seguimiento durante al menos cinco años desde la inclusión del último paciente.

“La información recogida nos va a permitir mejorar en el abordaje de estos pacientes y, como grupo de investigación, GEICAM va a mejorar los ensayos clínicos y programas de investigación en estas pacientes”, ha dicho la coordinadora del grupo de trabajo de la enfermedad HER2 y vocal de la Junta directiva del Grupo GEICAM, Isabel Álvarez.

El cáncer de mama avanzado continúa siendo una enfermedad incurable, con una media de supervivencia de tres años y una supervivencia a los cinco años del 25 por ciento. Se considera que no es una sola patología sino varias, en función del subtipo de tumor que se padezca, y tener uno u otro condiciona la forma de manejar la enfermedad desde el punto de vista terapéutico.

Los subtipos se clasifican en: los que tienen expresión de receptores hormonales – de estrógenos y/o progesterona- (Luminal A, Luminal B(HER2-negativo) y Luminal B(HER2-positivo)), los que sobreexpresan la proteína HER2 y no tienen expresión de receptores hormonales, y los triples negativos, que no expresan receptores hormonales ni la proteína HER2 y son los de peor pronóstico.

Los resultados obtenidos hasta ahora, y que han sido presentados en el Congreso de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) corresponden al análisis de los datos de 485 de las 1.480 mujeres incluidas (se espera alcanzar las 1.867). Según los datos recabados, el 34 por ciento de las pacientes con cáncer de mama metastásico ya presentaban metástasis desde el diagnóstico, mientas que en el 66 por ciento restante la metástasis se debe a recaídas tras el tratamiento de un tumor localizado.

EL HER2-NEGATIVO ES EL SUBTIPO DE CÁNCER DE MAMA MÁS FRECUENTE

El análisis también concluye que el subtipo más frecuente (en las 462 mujeres donde se detecta subtipo tumoral) es el Luminal B(HER2- negativo), que lo padecen el 55 por ciento de pacientes. Le siguen el Luminal B(HER2-positivo) y el triple negativo, ambos con el 13 por ciento; y por último, el Luminal A (12%) y el HER2-enriquecido (7%).

El estudio también analiza si se produce un cambio del subtipo de cáncer desde el tumor primario a la metástasis, hecho que se da en el 32 por ciento de las mujeres, siendo el cambio más frecuente de Luminal A a Luminal B(HER2-negativo).

“Esta información tiene como consecuencia la posible modificación de la terapia a administrar en la enfermedad avanzada. Abre la posibilidad a poder utilizar fármacos muy útiles como terapia anti-HER2 u hormonoterapia en pacientes en las que, por los hallazgos del análisis inmunohistoquímico esto no se consideró indicado en su momento”, ha apuntado el doctor Jara.

Por otra parte, de los datos recabados también se deduce que el 93 por ciento de pacientes que modifican el subtipo reciben un tratamiento adecuado al subtipo de la lesión metastásica. Y es que, el estudio también ofrece información sobre las terapias utilizadas, siendo la más frecuente los taxanos, un tipo de quimioterapia, al tiempo que analiza las localizaciones de las lesiones metastásicas, siendo el hueso la más frecuente (59%), especialmente en subtipos luminales.

En concreto, al 39 por ciento de las pacientes se les practica una biopsia de la lesión metastásica, sobre todo del hígado y los ganglios linfáticos. “Una localización como la piel o los ganglios linfáticos, así como el hígado, puede considerarse relativamente accesible; en cambio, las metástasis óseas son algo más complicadas en su abordaje para biopsia y otras como las del sistema nervioso deben considerarse virtualmente inaccesibles de modo rutinario”, ha zanjado el doctor Jara.

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