El distrés psicológico, un efecto más del cáncer de mama

Por Administrador SESPM

El distrés psicológico, un efecto más del cáncer de mama

Fuente: www.miarevista.es

El estado de angustia, que puede manifestarse a través de la depresión o la ansiedad, también conocido como distrés psicológico, afecta a más del doble de las mujeres que acaban de ser diagnosticadas por cáncer de mama. Así lo resalta el estudio EpiGEICAM, publicado recientemente en Scientific Reports, que compara a pacientes recién diagnosticadas con mujeres libres de enfermedad. Se trata de un informe que evalúa cómo perciben estas mujeres con cáncer de mama la influencia de dicha patología sobre su calidad de vida. De este modo, la investigación describe el impacto psicológico asociado a su diagnóstico y analiza los factores que  intervienen.

En concreto, los resultados revelan que el 54,4 % de estas pacientes sufren distrés psicológico, frente al 23,6 % de mujeres sin diagnóstico de cáncer de mama.

Calidad de vida mermada

Una de las claves de esta investigación son las diferencias que existen entre ambos en cuanto a la percepción de la calidad de vida. Los investigadores analizan ocho parámetros para establecer esta comparativa: función física, salud mental, vida social, dolor, salud general, vitalidad, capacidad física y factores emocionales.

La función física y la salud general fueron el peor y el mejor parámetro puntuado, respectivamente, por las pacientes con cáncer de mama. Estas tienen hasta cinco veces más probabilidades de presentar algún grado de distrés emocional que las del grupo de control.

Entre los factores asociados a una peor calidad de vida, algunos son compartidos entre las mujeres con y sin cáncer. Por ejemplo, la insatisfacción con el apoyo social percibido se asocia a malestar emocional, y un nivel de estudios más alto se relaciona con el bienestar en el ámbito físico.

Además, la presencia de otras enfermedades se vincula con el empeoramiento de la vida física, principalmente en las mujeres sin cáncer.

Según los autores, esto podría explicarse porque, tras el diagnóstico, las pacientes con cáncer de mama conceden menos importancia a las limitaciones derivadas de las enfermedades crónicas. El hecho de tener hijos se relaciona con una peor calidad de vida mental solo en las mujeres con cáncer. En estas pacientes, un estadio tumoral avanzado y un tratamiento con quimioterapia se encuentran
entre los principales determinantes del distrés psicológico.

De este modo, Marina Pollán, directora del CNE, y miembro de GEICAM, destaca “la importancia del apoyo social para mantener una buena salud emocional”. Así, reforzar el manejo de los problemas asociados a este diagnóstico y seguir potenciando el apoyo
social a las pacientes, especialmente a las más jóvenes y con menor nivel de estudios, puede mejorar la calidad de vida y su percepción por parte de las mujeres.

Factores de riesgo

Uno de los valores del estudio, según sus autores, es esclarecer qué factores están asociados a un mayor distrés psicológico en el momento del diagnóstico, ya que podría ayudar a identificar de forma precoz a las mujeres con riesgo de padecer futuros problemas
psicológicos.

En opinión de Miguel Martín, presidente del Grupo GEICAM, los resultados de este análisis ponen de manifiesto el impacto emocional que el diagnóstico de cáncer de mama supone. A su juicio, estos datos pueden ayudar a diseñar intervenciones adaptadas a las características de cada paciente, “para dar respuesta a sus necesidades psicosociales, de forma individual y a lo largo de todo el tratamiento y el proceso de la propia enfermedad”.

El estudio ha sido impulsado por toda una alianza de fuerzas: el Grupo GEICAM de Investigación en Cáncer de Mama, en colaboración con el Centro Nacional de Epidemiología (CNE) del Instituto de Salud Carlos III, con el respaldo de la Fundación Científica de la  Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) y de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).

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