El Hospital del Mar presenta el primer sistema de mamografía “anti-estrés”

Por Administrador SESPM

Fuente: www.gacetamedica.com

El Hospital del Mar de Barcelona será el primer centro hospitalario público de España que incorpora una nueva tecnología que permite a las mujeres controlar la compresión de la mama durante la mamografía, a diferencia de las mamografías convencionales, en las que la compresión se realiza de manera automática o controlada por el técnico de radiología.

Esta nueva tecnología de compresión permite realizar la mamografía con una exposición a la radiación similar a la de una mamografía con compresión convencional. Al estar la mujer más cómoda, puede reducir el dolor y la sensación de ansiedad generados por la prueba y, de este modo, ofrecer mejores resultados diagnósticos.

Según un estudio piloto realizado entre mujeres que se habían sometido anteriormente a mamografías, el 83 por ciento se mostraron excepcionalmente satisfechas ante la posibilidad de tener una participación activa en la mamografía y poder controlar ellas mismas la compresión que ejerce el mamógrafo.

Los mismos estudios demostraron que cuando la paciente puede controlar la presión del equipo sobre la mama, se produce incluso un ligero aumento de la fuerza de compresión que revierte en pruebas con mayor calidad de imagen y, en ocasiones, evita repeticiones.

Tal como destaca Ana Rodríguez-Arana, responsable de la Sección de Radiología de Mama de la Unidad Funcional de Patología Mamaria del Hospital del Mar, “la instalación de esta nueva tecnología se enmarca dentro de un plan del hospital para incrementar la participación de las mujeres en el cribado de cáncer de mama; queremos desestigmatizar la mamografía y minimizar esa percepción de prueba incómoda y dolorosa que hace que muchas mujeres sufran ansiedad al realizarla e incluso decidan no hacerla por temor al dolor”.

Según expone Rodríguez-Arana, “existe suficiente evidencia para concluir que la experiencia de una mamografía dolorosa contribuye a que las pacientes no acudan a los exámenes sucesivos, por lo que está claro que si minimizamos el dolor y la ansiedad causados por la mamografía, estamos contribuyendo a un mejor cumplimiento con las rondas bienales de cribado, con el beneficio que ello supone en la detección precoz y los tratamientos en fases iniciales”.

Además, añade Rodríguez-Arana, “sabemos que si una mujer ha tenido una mala experiencia con la mamografía se lo comunicará a otras, pero también sucede lo contrario: si una mujer tiene una experiencia positiva y el procedimiento se hace de la manera más confortable posible, difundirá un mensaje positivo en su entorno y volverá para futuros cribados”.

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