I Congreso Español de la Mama. Ambiente estrogénico y cáncer de mama

Por Administrador SESPM
Se ha acuñado el término de disruptor  endocrino (DE)  para definir el conjunto heterogéneo de compuestos químicos, contaminantes medioambientales, que interaccionan con el sistema hormonal.  Los DE alteran el mensaje hormonal de varias formas ya que pueden  mimetizar a la hormona ocupando su lugar, pueden bloquear su acción compitiendo por la unión al receptor específico,  o pueden modificar la síntesis de la hormona o del receptor correspondiente. Como consecuencia, se produce una modificación de la homeostasis hormonal que puede tener consecuencias  adversas, de no ser compensado, sobre el desarrollo, la reproducción o la aparición de enfermedades relacionadas con las hormonas.

Si bien en especies animales la asociación  exposición-contaminación con DE y trastornos en el comportamiento, alteraciones en el desarrollo y riesgo de enfermedad, es un hecho probado, en la especie humana, tal relación necesita aún ser demostrado. No obstante, existen algunos ejemplos que parecen evidenciar esta asociación. Los datos epidemiológicos parecen demostrar que los desórdenes de carácter reproductivo se han incrementado durante los últimos cuarenta años al igual que ha ocurrido con el cáncer de dependencia hormonal, ya sea mama o testículo, y el alza en la incidencia de esterilidad que podrían estar relacionados con la exposición inadvertida a los DE. Más recientemente, el incremento de trastornos como obesidad, diabetes y síndrome metabólico parecería tener una explicación en la exposición humana a DE.

La exposición a DE no tiene la misma repercusión sobre todos y cada uno de los individuos expuestos. Destacan como momento crítico las etapas embrionaria, fetal y la primera infancia. Se cree que la exposición intra-uterina, tiene consecuencias de tal magnitud que difícilmente se sospecharían en estudios realizados sobre individuos adultos. Esta asociación confiere a la exposición materna unas peculiaridades muy particulares y coloca a la mujer en edad fértil en el centro  de atención de la mayor parte de los estudios en disrupción endocrina.

El comienzo de los años 90 significó un cambio radical en la aproximación conceptual de la comunidad científica al tema de la exposición a DE, ya que tuvo lugar el descubrimiento de  la habilidad de ciertos componentes de los plásticos, los cosméticos y los detergentes en interaccionar con los receptores hormonales y la demostración de que la exposición humana es generalizada e inadvertida. Hasta esas fechas, la disrupción endocrina, si bien conocida, estaba limitada a la exposición ciertos compuestos orgánicos persistentes (COPs) con toxicidad bien caracterizada. Hoy día el censo de compuestos químicos de síntesis supera los 140.000 y la actividad hormonal de la mayor parte de ellos nunca ha sido investigada.

Dr. Nicolás Olea

Profesor de Radiología y Medicina Física de la UGR
Investigador durante más de quince años en los “Efectos indeseados sobre la salud humana de sustancias químicas presentes en alimentos y objetos de uso cotidiano”

Véase documentación adjunta “Exposure to Toxic Environmental Agents. The American College of Obstetricians and Gynecologists

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