Los pacientes oncológicos han sufrido un doble impacto durante la pandemia de la COVID-19. Además de las complicaciones derivadas de la crisis sanitaria, el estudio Impacto de la pandemia por COVID-19 en las personas con cáncer en España realizado por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) refleja que este grupo de la población ha sufrido miedo, indefensión e incertidumbre; soledad no deseada percibida; pérdida de empleo y de ingresos; y diagnósticos no realizados.

De acuerdo con la AECC: “La pandemia ha puesto de manifiesto la fragilidad del sistema sanitario y de protección social para hacer frente a la doble vulnerabilidad sobrevenida de las personas con cáncer: por el cáncer y por la COVID-19”.

Uno de los efectos que más impacto ha tenido ha sido el de los nuevos diagnósticos (biopsias con diagnóstico de cáncer y primeras consultas): uno de cada cinco pacientes con cáncer no ha sido diagnosticado o ha sido diagnosticado tarde. Una situación de la que aún “no se pueden calcular” sus consecuencias en términos de mortalidad, aunque la AECC señala que se incrementará el número de tumores no diagnosticados o diagnosticados en fases más tardías y la mortalidad asociada a los mismos.

El cáncer en las mujeres

El cáncer de mama es ya el tumor más diagnosticado del mundo, con 2,3 millones de casos en 2020, según los datos de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés). En España, la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) estima que, el año pasado, se diagnosticaron 32.953 casos de cáncer de mama, siendo este el principal tumor detectado en las mujeres, seguido del cáncer de colon y el de recto.

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Ellas son diagnosticadas en edades más tempranas, con una amplia vida laboral por delante, tal y como apunta el informe de la AECC. Además, las mujeres son quienes están empleadas en los sectores más afectados por la caída de la demanda debido a la pandemia, y en los que hay una gran temporalidad y parcialidad en el empleo.

Los datos de la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN), recogidos por la SEOM, estiman que cerca de 33.300 nuevos casos de cáncer de mama en España serán diagnosticados en 2021, es decir, un 28,4% del total de los nuevos casos previstos. De todos los tipos, el cáncer de mama se sitúa el primero en la lista, seguido del de colon, del que se prevé que se diagnostiquen unos 12.400 nuevos casos a lo largo de este año.

Investigación, prevención y protección

Aunque el cáncer de mama es el tumor más diagnosticado entre las mujeres, los avances en la investigación han hecho que la supervivencia a esta enfermedad haya aumentado en los últimos años. “Gracias a la investigación, el paciente logra convivir con la enfermedad mediante tratamientos oncológicos novedosos cuyo impacto en la calidad de vida y el perfil de efectos secundarios se reducen a la mínima expresión”, señaló el doctor Jesús Manuel Blanco, oncólogo en el Hospital Universitario Donostia y ganador del premio Osakidetza en 2019, en el webinar ¿Tienes dudas sobre el cáncer en las mujeres? Pregunta al oncólogo, organizado por BanSabadell Vida.

Los seguros de vida se han personalizado para minimizar el impacto económico y psicológico de la enfermedad

La investigación, la prevención y la protección siguen siendo clave. En este sentido, la atención privada supone una opción que ha cobrado todavía más protagonismo en el contexto actual y los servicios de telemedicina, así como los seguros de vida, se han adaptado a las nuevas necesidades surgidas durante la pandemia.

En los últimos años, los seguros de vida han experimentado una personalización que busca minimizar el impacto económico y psicológico que conlleva el proceso oncológico. Es el caso de Life Care Mujer, de Banco Sabadell y, según destaca José Manuel Veiga, director de Seguros de Protección de BanSabadell Seguros: “Un seguro de vida aporta a la persona asegurada una dotación económica en el momento de la detección de la enfermedad, que puede emplear en aquellos gastos imprevistos que decida. El objetivo, al fin y al cabo, es ayudarle en su lucha contra la enfermedad facilitándole tranquilidad en el aspecto económico y, disponer de los recursos para tener el mejor apoyo médico y psicológico”.

Un apoyo que es muy necesario en una paciente, ya que incluso puede dejar de trabajar de manera temporal para centrarse en el tratamiento, con las consecuencias económicas que esto conlleva. También “cabe la posibilidad de que se opte por un tratamiento privado o incluso realizar una operación de estética una vez finalizado el proceso”, subraya el experto.

De esta manera, Veiga explica que “los seguros de vida han ido evolucionando para proteger al asegurado en caso de fallecimiento o de invalidez permanente absoluta, pero también para cuidarle y protegerle en otros ámbitos de la vida como son el bienestar y la salud para él y toda la familia”.

El director de Seguros de Protección de BanSabadell Seguros destaca que un seguro de vida, en la actualidad, además de las coberturas tradicionales, ofrece también servicios para el bienestar personal como “los consejos de nutrición, vida saludable y ayuda psicológica”.