La dieta del ayuno y su ayuda contra el cáncer de mama

Por Administrador SESPM

La dieta del ayuno y su ayuda contra el cáncer de mama

Fuente: ww.alimente.elconfidencial.com

o es ningún misterio que el cáncer de mama es uno de los más peligrosos a los que se puede enfrentar más del 50% de la población (hay que tener en cuenta que, aunque raro, también hay hombres que lo padecen). De hecho, según cifras publicadas en el informe ‘Las cifras del cáncer en España 2020’, de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), se espera que a lo largo de este año se diagnostiquen hasta 32.953 casos nuevos. Esto es una cifra realmente preocupante, sobre todo si tenemos en cuenta que será el tercero más común por detrás del de colon y el de próstata. Eso sí, en términos de prevalencia, es con una gran diferencia el primero, si tenemos en cuenta que se estima que en el año 2018 había activos en España nada más y nada menos que 129.928 casos, un 16,8% del total.

Además, el pronóstico de esta enfermedad, aunque ha mejorado muchísimo gracias a los avances de la ciencia médica, sigue siendo preocupante. De hecho, según datos de la SEOM, murieron 6.621 pacientes de esta enfermedad en 2018. Es lógico, por tanto, que reducir este número todo lo posible sea una de las principales prioridades de los investigadores a lo largo y ancho del mundo. Un gran ejemplo de estos abnegados héroes que trabajan entre probetas son los investigadores Alessio Nencioni, Valter D. Longo, Irene Caffa y Vanessa Spagnolo, científicos de la Universidad de Milán y de la Universidad del Sur de California. ¿Su logro? Descubrir que las dietas que imitan el ayuno, junto con determinadas terapias hormonales, mejoran el pronóstico del cáncer de mama. “Esperamos que esto signifique que este programa nutricional que imita el ayuno pueda ser un arma contra el cáncer de mama” Su trabajo se ha publicado por la prestigiosa revista científica ‘Nature’ y ha sido realizado principalmente en animales, aunque también han tenido un grupo de estudio de pacientes humanos de esta enfermedad. “Nuestro estudio sugiere que las dietas que imitan el ayuno, junto con una terapia endocrina, tienen el potencial no solo de reducir el tamaño de las células cancerosas que forman los tumores (y por tanto, estos también), sino también de revertir tumores resistentes en los estudios realizados en ratones”, explica Valter Longo, uno de los autores principales del estudio. Y continúa: “Tenemos datos que, por primera vez en la historia, sugieren que este tipo de dietas funcionan al cambiar tres factores diferentes: la IGF1, la leptina y la insulina”. Pero, como decíamos al inicio, los sujetos de estudio no han sido solamente ratones. Los investigadores han contribuido a otro trabajo científico llevado a cabo por la Universidad de Leiden con 129 pacientes de cáncer de mama. Los resultados parecían indicar una eficacia mayor de los tratamientos con quimioterapia en los pacientes que estaban recibiéndolos junto con terapias hormonales (y que, claro está, seguían la dieta de ayuno). En este experimento, las pacientes que tenían tumores hormonodependientes y que, por tanto, recibían terapia con estrógenos, al seguir la dieta parecían experimentar cambios metabólicos similares a los observados en los ratones. Estos consistían en una reducción de los niveles de insulina en sangre, de leptina y del factor de crecimiento insulínico tipo 1 (IGF1), con al menos dos de ellos permaneciendo con niveles bajos durante largos periodos de tiempo. Estos efectos, en los estudios llevados a cabo en ratones, han demostrado tener una actividad anticancerosa duradera, por lo que, avisan los investigadores, son necesarios nuevos estudios en seres humanos.

“Algunos pacientes siguieron ciclos mensuales de la dieta que imitaba el ayuno durante al menos dos años sin ningún tipo de problema, lo que quiere decir que es un tipo de intervención bien tolerada por nuestro organismo”, afirma el investigador Alessio Nencioni. Y añade: “Esperamos que esto signifique que este programa nutricional que imita el ayuno pueda, algún día, ser un arma para luchar contra el cáncer en pacientes que reciban tratamientos hormonales con efectos secundarios serios”. Es necesario tener en cuenta que hasta un 80% de todos los cánceres de mama expresan receptores del estrógeno o de la progesterona. Las terapias hormonales más comunes para su tratamiento funcionan bloqueando a las hormonas para que no puedan unirse a los receptores de las células cancerosas o, por otra parte, bloqueando directamente la producción de esas hormonas por parte de nuestro organismo. Estos resultados ofrecen nuevas posibilidades a cientos de miles de mujeres a lo largo y ancho del mundo y, de confirmarse los hallazgos de los investigadores, no sería de extrañar que en los años venideros los oncólogos trabajen de la mano de nutricionistas para ofrecer dietas de imitación del ayuno a las pacientes de esta enfermedad.

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