Fuente: www.lasprovincias.es
CCOO denuncia la «incoherente» postura de la jefatura por anular citas si no se cuenta con el volante físico pese a tener copias digitales
Arturo Cervellera
ARTURO CERVELLERA
Valencia
Martes, 11 febrero 2020,
En la era digital en la que cualquier ciudadano tiene a un clic casi cualquier servicio, en un momento en el que se puede pagar a través de la tarjeta de crédito con el móvil y con la promesa de la conselleria de Sanidad de que eliminará en el corto plazo las recetas sanitarias en papel, en el hospital La Fe de Valencia si una mujer no cuenta con el documento físico de su volante no puede hacerse una prueba de cáncer de mama. Da igual que exista una copia digital al alcance de los trabajadores del centro y que tu nombre figure en la agenda con tu historial. Es imposible y hay que empezar el proceso de nuevo. Por lo menos hasta ahora, ya que una oleada de críticas de pacientes y sindicatos ha obligado al centro sanitario a rectificar y a prometer que actualizará el protocolo.
Tal y como se señaló desde el Servicio de Atención e Información al Paciente (SAIP), todas las semanas llegan usuarias indignadas que, aunque admiten que tienen parte de culpa por haber perdido el volante físico, no entienden que desde la Unidad Funcional de Patología de Mama no se pueda encontrar una solución que no sea volver a pedir cita con el médico para que a su vez autorice a hacer una mamografía para la que ya tenían una hora reservada. La situación llega a tal extremo que cuando una mujer acude al departamento a pedir una solución se le remite a la información de los carteles que están colgados por las paredes y que subrayan (literalmente en color amarillo fosforescente) que en caso de extravio «no se repetirán los volantes».
La indignación de las pacientes la comparten desde CCOO, que criticaron que esta decisión, impulsada desde de la jefatura del servicio, tiene un impacto nocivo en las usuarias. «Hablamos de una directriz inédita en otros servicios, donde cuando se extravía el volante se procede a la impresión desde el sistema« remarcaron desde el sindicato, que no dudan en tildar de »incoherente« una postura que »puede tener consecuencias negativas para las pacientes«. Esta situación »supone anular citas para las que ya hay espacio físico y temporal y un riesgo inasumible desde el punto de vista clínico, ya que se obliga a los pacientes a esperar un mínimo de dos meses o más, agravando nuestra ya alta lista de espera diagnóstica« denunciaron desde CCOO, que sentenciaron que no les parece una medida orientada a la mejora del servicio y que podría considerarse más bien »un caso de ensañamiento administrativo«.
Por su parte, desde La Fe aseguraron que se trata siempre «de pruebas de control y revisiones a largo plazo, en ningún caso urgentes« y argumentaron que la realización de dicho volante »no se emite de forma inmediata, pues hay que volver a redactarlo, debido a que la tipología y variedad de estas pruebas es muy amplia, ya que van dirigidas a investigar lesiones muy concretas«. Además, recordaron que es »responsabilidad de la paciente conservar la documentación necesaria para realizarse la prueba radiológica que prescribe la unidad de mama«. Pese a todo, admitieron que ya se han emprendido medidas como la retirada de los carteles y que trabajan en la actualización del protocolo «para poder mejorar estos procesos de forma que la pérdida de un volante de solicitud pueda ser subsanada con mayor facilidad y la prueba se pueda realizar».
