La importancia de la fisioterapia tras un cáncer de mama

Por Administrador SESPM

Fuente: www.larazon.es/

Cuando se presenta un cáncer de mama, en algunos casos es necesaria una mastectomía. Esta intervención consiste en la extirpación quirúrgica parcial o total de la mama y en la que se produce la disección de los ganglios axilares, provocando, junto con la radioterapia, la aparición de un linfedema secundario en la zona. Se trata de una inflamación que se manifiesta especialmente en brazos y piernas, aunque algunas veces puede presentarse en el rostro, el cuello, el abdomen y los genitales.

Los expertos de Fisioserv aseguran que es conveniente empezar a tratar el linfedema justamente al terminar el tratamiento oncológico (aunque éste aún no se haya manifestado), ya que así se podrá prevenir su aparición temprana o hacer que el linfedema sea de menor dimensión. Existen algunos signos que avisan de su aparición: pesadez en el área afectada: brazo, tórax o pecho; inflamación que no remite con el reposo; menos flexibilidad en las articulaciones; cambios de textura en la piel, etc.

En Fisioserv cuentan con las siguientes técnicas para tratar a pacientes con cáncer de mama:

Drenaje linfático manual: técnica de masaje realizada sobre la piel con las manos, con movimientos lentos, rítmicos, armónicos y muy suaves. Estos movimientos se deben realizar siguiendo la corriente de los conductos linfáticos, de manera repetida para favorecer el movimiento de la linfa y así conseguir bajar la inflación de la zona a tratar.
Vendaje multicapa: vendaje diseñado para mejorar el retorno venoso y linfático en el tratamiento de úlceras venosas.

Ejercicios de reducción del edema.

Contención de la inflamación con manguito y guante.
Trabajar las articulaciones, la musculatura y las cicatrices producidas por la cirugía.

Consejos para disminuir el riesgo de linfedema:

Proteger el brazo de lesiones como cortes, quemaduras, pinchazos,…que puedan provocar infecciones.
Evitar tanto el frío extremo como el calor en la zona tratada.
Mantener el brazo un poco elevado y no utilizar prendas apretadas.
Tras el tratamiento oncológico se deben realizar ejercicios y estiramientos para conservar la movilidad de las articulaciones.
Mantener siempre la higiene e hidratación en la zona

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