“La mujer con mama densa tiene más riesgo de tener cáncer de pecho”

Por Administrador SESPM

Fuente: www.lavanguardia.com

El responsable de la Unidad de mama del Hospital Universitario Arnau de Vilanova de Lleida, Edelmiro Iglesias, es vicepresidente para Europa de la Senologic International Society (SIS), una entidad en la que participan sociedades de 70 países para promover la salud mamaria. Asegura que los cribados poblacionales pueden mejorarse y apunta que ya se empieza a pensar en personalizados. Insiste en que la mujer con mama densa debe saber que tiene más riesgo de tener cáncer de pecho y recalca que los médicos en EE.UU. tienen la obligación, desde el año pasado de advertírselo a las mujeres con mama densa.

La Unidad de Mama del Hospital Universitario Arnau de Vilanova de Lleida fue la primera de España en recibir la certificación como unidad de excelencia, tras pasar la auditoría de la Senologyc International Society (SIS). También tiene la acreditación de la Sociedad Española de Sinología y Patología Mamaria (Sespm) Fue la primera unidad en recibir la doble acreditación: la de la SIS y la de Sespm.

¿En qué trabaja la Sociedad Internacional de Senología?

Sus objetivos son la promoción de la salud mamaria en las mujeres de todo el mundo y el control y promoción de la calidad en la asistencia, es decir, en los circuitos de diagnóstico y de tratamiento del cáncer de mama. En la SIS estamos inmersos en un programa de acreditación internacional. El objetivo es hacer recomendaciones en forma de guías clínicas y cursos de formación en diferentes países a través de la International School de la sociedad. El objetivo es explicar a la gente en general que es lo que ha de cuidarse desde el punto de vista de promocionar la salud de su mama y cuáles son los hábitos tóxicos que deberían evitar.

¿Cuáles son esos hábitos tóxicos?

Son conocidos, pero nunca está demás aprovechar estas oportunidades para hacer esta recomendación. Sabemos que la mujer fumadora tiene un riesgo más alto de tener un cáncer de mama. El alcohol, en menor grado también es un factor de riesgo y luego hay dos situaciones que no podemos incluir dentro de hábitos tóxicos y son muy importantes en las sociedades occidentales, el sobrepeso y el sedentarismo. Estamos viendo cada vez más cánceres de mama en mujeres con sobrepeso porque determinados patrones de cáncer de mama están relacionados con la grasa corporal. Sabemos que a través de la grasa corporal se producen estrógenos y los estrógenos favorecen el desarrollo de cáncer de mama. Y cada vez es más evidente promocionar la actividad física de cierta intensidad no solo como prevención del cáncer sino también por otras patologías . En Lleida lo hacemos en pacientes con cáncer de mama en pleno tratamiento con quimioterapia, con unos resultados excelentes. Y no hay que olvidar la dieta. Se sabe lo que es recomendable y que alimentos deben evitarse o bien hacer un consumo reducido . Como decía una de las autoridades mundiales en dietética, el español Francisco Grande Covián, resumiéndolo en una sola frase: “De nada demasiado y de todo quizá un poco”. También “lo único que no engorda es lo que queda en el plato”.
El sobrepeso y el sedentarismo también son un factor de riesgo”

También están apareciendo casos de hombres con cáncer de mama ¿Qué tendencia hay? ¿Hacen falta cribados?

Hay casos, sí. En Lleida operamos cada año varios casos de hombres con cáncer de mama. Los pacientes masculinos a veces nos riñen porque se habla de la enfermedad en mujeres y no en hombres. No notamos incidencia más alta en la población masculina En general, se considera que por cada varón diagnosticado con cáncer de mama vemos unas 130 mujeres. No se recomienda hacer pruebas de cribado para hombres porque la prevalencia en la población es muy baja.

¿Qué tendencia tiene en la mujer?

Observamos un incremento anual del 2% en cánceres de mama diagnosticados. Hay una franja de edad clásicamente considerada como de mayor riesgo o de mayor prevalencia que es entre los 50 y los 60 años. Observamos que hay edades extremas como son más de 70 y menos de 50 en los que vemos porcentajes inferiores. Un 24,25% tienen menos de 50 años y una proporción muy similar de 23-24% tienen más de setenta. Eso nos lleva a una cuestión muy trascendental en la que estamos trabajando: valorar de nuevo los programas de cribado poblacional con las mamografías.

¿En qué sentido?

Sabemos que lo que estamos haciendo, mamografías cada dos años en mujeres de entre 50 y 70 años, está dando un rendimiento muy satisfactorio. Con estos programas de cribado poblacional en todo el mundo se está reduciendo la mortalidad en un 30%, de hecho se reduce un 2% la mortalidad cada año. El aumento de la incidencia del cáncer de mama se compensa con el aumento de la esperanza de curación. Esos buenos resultados son debidos al diagnostico precoz que se consigue con las mamografías de cribado. Actualmente podemos diagnosticar cánceres de mama de 3-4 mm, lo que supone una esperanza de curación muy alta con tratamientos menos agresivos. Conseguir más con menos. A nivel internacional estamos trabajando en cómo mejorar los cribados, que son buenos, pero son mejorables. Concretamente estamos empezando a pensar en diferentes países en un programa de cribado poblacional personalizado.Los programas de cribado están reduciendo la mortalidad en un 30%”

¿Qué cambiaría?

No hacerlo de forma indiscriminada a toda la población sino evaluar ese subgrupo de mujeres con mayor probabilidad de desarrollar el cáncer por diferentes factores y ajustar esos programas de cribado poblacional a los riesgos de la población, como son los grupos de mujeres con riesgo familiar, genético o con mama densa. En estos casos de cribado personalizado se valora también incorporar otras técnicas de diagnóstico por la imagen como son la tomosíntesis, la resonancia magnética y la ecografía .

¿En la práctica que supondría para el grupo entre 50 y 70?

En ese grupo habrá que mantenerlo. El cribado poblacional en la mayoría de países empieza a los 50 y se acaba a los 70. Hay algunos países y en España alguna comunidad autónoma que tiene el inicio del cribado poblacional para abarcar esos grupos de población de mujeres más jóvenes a partir de los 45, incluso en algún país europeo a partir de los 40. También hay que considerar otros factores de riesgo. Sabemos que hay un riesgo genético-familiar . En grupos familiares donde hay una mayor incidencia de cáncer de mama o de ovario , porque la mutación genética que produce cáncer de mama también puede producir un cáncer de ovario. Tendríamos que seleccionar a esos grupos de población e incluirlos en un programa de cribado poblacional con mamografía personalizada o empleando las otras técnicas de imagen que ya hemos mencionado. Se está valorando a nivel de muchos países, donde se han creado comisiones de expertos y especialistas que vamos dando nuestra opinión para constituir este programa de cribado poblacional personalizado.

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