Una encuesta reciente publicada por el Observatorio Global del Cáncer (GCO) revela que, en 2020, el tumor de mama fue responsable del 11,7% de los nuevos casos de cáncer en el mundo, afectando a 2,26 millones de pacientes. Con estos números, superó el cáncer de pulmón (2,2 millones de casos nuevos) y se convirtió en el cáncer más diagnosticado del año pasado. Atención: la estadística no considera los tumores de piel no melanoma, que son aún más comunes, pero rara vez letales.

«Cabe recordar que el cáncer de pulmón afecta tanto a hombres como a mujeres, a diferencia del cáncer de mama, en el que el 99% de los casos se presentan en mujeres», señala el oncólogo Rafael Kaliks, del Hospital Israelita Albert Einstein, en São Paulo. Teniendo en cuenta solo el sexo femenino, el tumor de mama representó el 24,5% de los casos nuevos en 2020.

El médico explica que existe una tendencia mundial hacia un aumento de la incidencia de esta enfermedad, al mismo tiempo que hay una disminución de los casos de cáncer de pulmón, principalmente por la progresiva disminución del tabaquismo a nivel mundial.

Kaliks agrega que la expansión de la mamografía de detección, un examen que detecta el cáncer de mama, contribuye a que se tengan en cuenta más casos. Al mismo tiempo que aumenta el número de pacientes diagnosticados, la prueba aumenta la posibilidad de cura al ayudar a identificar la enfermedad en sus primeras etapas.

Otro factor que contribuye al aumento de la población es la obesidad y el sedentarismo, que siguen aumentando. Ambos factores aumentan el riesgo de desarrollar la enfermedad.

Pero tenga cuidado: aunque la incidencia de cáncer de mama es mayor, el cáncer de pulmón sigue siendo el que causa más muertes en el mundo.

La mamografía es el principal recurso para diagnosticar los tumores de mama en sus etapas iniciales. La Sociedad Brasileña de Mastología (SBM) recomienda que las mujeres se realicen una mamografía inicial entre los 35 y los 40 años y, después de los 40, comiencen a realizarla anualmente. Pero esto debe discutirse caso por caso con el médico.

Los impactos de Covid-19

Una encuesta de la Cancer Foundation, basada en datos del Sistema Único de Salud (SUS), revela que la pandemia provocó una reducción del 84% en el número de mamografías. Ya sea por temor a la contaminación por coronavirus o por el cierre temporal de los servicios de oncología, muchas mujeres han pospuesto sus consultas de rutina.

En los casos de detección tardía, la mujer puede notar un bulto, retracción de la piel de la mama, inversión del pezón, cambios de volumen, enrojecimiento o secreción de secreciones del pezón. “Todo esto se enciende en amarillo y la mujer debe buscar inmediatamente a su ginecólogo para investigar”, explica Kaliks.

El médico dice que las medidas de aislamiento social son, de hecho, fundamentales para detener la propagación del virus. Sin embargo, las mujeres no pueden dejar de someterse a exámenes o abandonar el tratamiento.

* Este contenido es de la Agencia Eintein.