Aunque es bueno conocer nuestra mama y autoexplorarnos, pocas veces esta práctica conduce a un diagnóstico precoz de cáncer. Por eso es importante no olvidar nuestras revisiones, que se realizan mayormente con mamografía y ecografía y, en ocasiones, con resonancia o mamografía con contraste.

El objetivo de las revisiones mediante pruebas de imagen es detectar el cáncer de mama antes de que produzca síntomas. Cuando el diagnóstico es precoz, el pronóstico de la enfermedad y las posibilidades de curación serán mucho mayores y el tratamiento necesario mucho menos agresivo. Los radiólogos analizamos estas pruebas en busca de signos que indiquen un cáncer de mama incipiente, y así adelantarnos, incluso en años, a los síntomas que pudiera producir.

Es fundamental, pues, hacer las pruebas de imagen necesarias con la mejor tecnología disponible. Por suerte, ésta ha evolucionado espectacularmente en los últimos años. En cuanto a la mamografía, la tomosíntesis supuso un gran salto de calidad porque detecta lesiones muy sutiles, no visibles mediante mamografía convencional u otras técnicas. En cuanto a las técnicas funcionales, los avances en resonancia de mama permiten estudios de gran resolución en menos tiempo. Recientemente se ha incorporado la mamografía con contraste, que aunque más sencilla que la RM, puede usarse en escenarios similares.

Inteligencia artificial

En cuanto a la ecografía de mama, recientemente incorporamos en el hospital un software de inteligencia artificial (KOIOS DS Breast). Una de sus principales ventajas es que aumenta la especificidad de esta técnica, es decir, ayuda a seleccionar mejor a qué mujer debemos hacer una biopsia, reduciendo muestras innecesarias que producen muchísima ansiedad. Otro de sus beneficios es que refuerza nuestra confianza diagnóstica ante imágenes sospechosas e incrementa la detección de cáncer de mama por ecografía.

La IA tiene ya múltiples aplicaciones en el cribado del cáncer de mama. Una de ellas es su capacidad para integrar gran cantidad de datos de manera objetiva y precisa. Hoy en día, estos programas de cribado se hacen en función de la edad. Sin embargo, hay datos importantes a tener en cuenta a la hora de saber con qué técnicas y cada cuánto tiempo hay que hacer las pruebas de imagen para diagnosticar un cáncer precozmente. La progresiva incorporación de softwares de IA facilitará, en un futuro muy cercano, efectuar un cribado personalizado a cada mujer, en función de su tipo de mama, sus antecedentes personales y familiares, etcétera.

Dra. Myriam Montes
Unidad de Imagen Mamaria y Densitometría