Un laboratorio colombiano contra el tipo de cáncer de mama más letal en el mundo

Por Administrador SESPM

Un laboratorio colombiano contra el tipo de cáncer de mama más letal en el mundo

Fuente: www.elpais.com

Las vacunas personalizadas elaboradas con los tumores para combatir el cáncer son hoy en día uno de los tratamientos más prometedores en la lucha contra esta enfermedad. Desde hace aproximadamente diez años, distintos grupos de investigación en todo el mundo trabajan en su desarrollo. Pedro Romero López, director del Instituto Ludwig para la Investigación del Cáncer, en Lausana, Suiza, explica que generar vacunas eficaces es uno de los desafíos más importantes en la lucha contra el cáncer. “Se espera mucho de estos tratamientos de inmunoterapia”, explica por teléfono. Sin embargo, hasta ahora solo la vacuna contra cáncer de próstata metastásico, desarrollada por la farmacéutica Dendreon, ha sido aprobada por la FDA. Las demás, incluida la del cáncer de mama triple negativo elaborada en Colombia, siguen en fase clínica.

Investigadores y estudiantes del grupo de Inmunología y Medicina Traslacional de la U. Nacional de Colombia
Investigadores y estudiantes del grupo de Inmunología y Medicina Traslacional de la U. Nacional de ColombiaCORTESÍA

De acuerdo con el profesor, muchos de los casos de pacientes con este cáncer recaen en los siguientes tres años, con una fuerza muy agresiva y mucha mortalidad. Médicos expertos del Instituto Clínico de Cleveland, en EE UU, coinciden en el diagnóstico: “el cáncer de mama triple negativo es la forma más agresiva y letal de cáncer de mama”. La principal razón de su complejidad es que este cáncer crece y se propaga en el cuerpo más rápido que los demás.

Vacunas 100% personalizadas

Tejidos del tumor cancerígeno guardados en láminas especiales para su conservación.

Tejidos del tumor cancerígeno guardados en láminas especiales para su conservación.ÓSCAR PÉREZ

En búsqueda de neoantígenos y células dendríticas

Una célula sana vista desde el microscopio.

Una célula sana vista desde el microscopio.ÓSCAR PÉREZ

Después de que los antígenos seleccionados ya están dentro de las células dendríticas, el último paso es aplicar la vacuna a las pacientes en seis dosis durante algunos meses para ir evaluando el efecto en la destrucción del tumor cancerígeno. El profesor cuenta que las identidades de las cinco mujeres que ya recibieron las dosis son reservadas y que aún no se puede revelar los resultados preliminares del tratamiento. Sin embargo, es enfático en su optimismo: “Hay cierto consenso en el mundo científico que reconoce que estas vacunas funcionan en ensayos clínicos controlados y con pocas personas para atacar tumores como el melanoma o el cáncer de pulmón. Ahora hay que demostrarlo en el cáncer de mama triple negativo”, dice Parra. Y agrega: “Cuando se combinan las vacunas con otros tratamientos como anticuerpos, cirugías o quimioterapias, los resultados tienden a mejorar considerablemente”.

Una investigadora en frente del citómetro de flujo, un aparato que analiza célula por célula.

Una investigadora en frente del citómetro de flujo, un aparato que analiza célula por célula.ÓSCAR PÉREZ

María Alejandra Villota, Ingeniera Biomédica y Microbióloga del grupo del profesor Parra, explica que después de la aplicación de cada dosis de la vacuna se deben extraer ciertas células del cuerpo de las pacientes para estudiar sus comportamientos.

En específico, los investigadores se enfocan en la reacción de los linfocitos T, un tipo de célula que hace parte del sistema inmunitario y ayuda a proteger el cuerpo de las infecciones y a combatir el cáncer. Ante la pregunta de si se han alegrado mientras revisaban las células de alguna paciente en el citómetro de flujo, las investigadoras Laura Martínez y Alejandra Villota responden que sí con contundencia. “Estos son datos crudos, preliminares, después debemos analizarlos con otros programas más avanzados, pero aquí se empiezan a ver tendencias. Es una buena noticia cuando vemos que los linfocitos T se activan”, responde Martínez.

Una investigadora revisa el cultivo de células de los pacientes.
Una investigadora revisa el cultivo de células de los pacientes.ÓSCAR PÉREZ

“El cáncer no es una sola enfermedad, sino muchas. Las llamamos ‘cáncer’ porque comparten una característica fundamental: el crecimiento anormal de las células”, dice Siddhartha Mukherjee en el libro El emperador del mal. Las razones de ese crecimiento dañino todavía son desconocidas, inciertas y difíciles de prevenir para la ciencia. Los tratamientos son costosos y no siempre muy efectivos.

El investigador Romero López cree que el uso de células dedríticas es extremadamente costoso, no solo en dinero, sino en tiempo y trabajo. “Me parece que en la práctica no es viable usar este tipo de células para la elaboración de las vacunas. Encontrarlas es difícil, su frecuencia en la sangre es extremedamente baja, por debajo de una en 10.000, son dificil de purificar, de mantener en forma y de expandirlas en numeros suficientes para volverlas a reinfusionar en el paciente”. dice Romero. Y concluye: “Si yo fuera el profesor Parra haría las vacunas con coadyudantes sintéticos”.

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